La fachada es simétrica hasta el momento en que alcanza el nivel situado en torno a la puerta-ventana de la planta principal.
En la fachada se pueden encontrar los materiales favoritos de Horta: el vidrio, el hierro y la piedra natural.
Dentro, una primera escalera, provista de una barandilla en metal dorado, conduce desde la planta baja a la planta principal donde se encuentran los espacios de recepción (salones en la fachada delantera y comedor en la trasera).
Esta escalera está culminada por una impresionante vidriera cuya curvatura garantiza también una distribución óptima del aire caliente proporcionado por las bocas de calefacción situadas al pie de la escalera.
Bajo esta vidriera, una segunda escalera, permite alcanzar los pisos superiores, donde se encuentran las habitaciones y salas de baño.
Dentro del edificio, Horta creó espacios flexibles por medio de divisiones correderas.
Realizada tres años más tarde, la ampliación de la esquina (n.º 2) se reconocen fácilmente por su fachada en piedra cuidadosamente cortada.