Este relato fue publicado en la misma época para justificar la creación del peregrinaje a Santiago de Compostela cuando acechaba la amenaza árabe y el miedo a la pérdida de la Cristiandad como se conocía hasta el momento.
Se la conoce como la 'invención' de Teodomiro y puede leerse en su Cronicon Irense.
No obstante, décadas más tarde, esta suposición fue cuestionada cuando una revaluación osteoarqueológica concluyó que los huesos pertenecían a una mujer anciana.
Finalmente, un estudio publicado en 2024[1] en el que se realizaron análisis osteoarqueológicos, isotópicos y de ADN sugieren que los restos podrían pertenecer al obispo Teodomiro.
En conjunto, las pruebas del estudio apuntan a que es muy probable que los restos óseos procedan del obispo Teodomiro, convirtiéndolo en el personaje histórico identificado más antiguo de España[2].