Nou Estadi de Tarragona

El estadio, al estar ubicado en una área urbanizada muy cercana al centro histórico de la ciudad (actual manzana entre la Avinguda de Catalunya, las calles Rovira i Virgili y Florenci Vives y la plaza Sentís i Porta), no tenía fácil ampliación, y su renovación se valoró inútil.

El primer enfrentamiento oficial tendría lugar una semana más tarde, en el que el Club Gimnàstic de Tarragona batió al Ontinyent Club de Futbol por 3-1, marcando Gallestegui el primer gol oficial en el recién estrenado estadio.

La nueva sede del club traería suerte a la entidad, que ese mismo año se proclamaría campeón del Tercera División de España - Grupo V y ascendería a Segunda División de España por primera vez en dos décadas.

El estadio, sin embargo, también recibe el apodo de La Budallera, por la finca en la que está situado.

[3]​ Década y media más tarde, en 1986, el Club Gimnàstic de Tarragona, que celebraba su centenario, se vio obligado a vender el Nou Estadi al Ayuntamiento de Tarragona debido al déficit millonario que arrastraba.

En su casi medio siglo de historia, el Nou Estadi ha sido testigo de cinco ascensos del Nàstic a Segunda División y un ascenso a Primera División.

Del mismo modo, se mejoraron los accesos, los servicios sanitarios y los de restauración.

La esquina entre Gol de Mar y Preferent Baixa es el espacio reservado para la afición visitante, el llamado Formatget ("Quesito") Autobús urbano: A pocos metros del estadio hay una parada de la línea 8, llamada "Estadi".

Partido disputado en el Nou Estadi entre el Nàstic y el CD Leganés en mayo de 2016 (0:0). Vista desde Preferent Alta