Sin embargo, el interés por mantener el índice de audiencia, los lleva a seguir adelante con la farsa, aunque sin mucho esfuerzo porque ella no puede negar que sus sentimientos hacía su compañero de set son reales.
A esto hay que sumarle la presión de Olga Lucía, la directora pusilánime y alcohólica a la que sólo le interesa quedar bien ante el Dr. Plata, el dueño del informativo.
Pero esta no es la única historia que se teje en los estudios de TBC pues otros personajes bastante particulares también quieren ser protagonistas, sobre todo Ever, un camarógrafo fantoche y aprovechado que vive en competencia con Luis Fernando por la atención femenina.
Mientras la primera busca el amor verdadero y es la conciencia de María Ximena, la segunda es consciente de que su inteligencia no la llevará a ninguna parte, pero sus curvas harían perder el control a cualquiera.
Finalmente y para beneficio de todos existe Peñita, el veterano apóstol del periodismo y quien es en realidad la cabeza del noticiero, aunque Olga Lucía sólo lo reconozca para echarle el agua sucia de todo.