Destaca principalmente por su gran riqueza de signos musicales, y como todas estas escuelas de esta época, consiste en una notación in campo aperto (sin pauta).
Este movimiento tuvo lugar, más o menos, de forma simultánea en toda Europa.
En esta primera generación de escrituras neumáticas del siglo X d. C. surge la notación lorena.
El manuscrito más importante conservado, y único testimonio completo descubierto, es un Gradual del año aproximadamente 930 (Laón, Bibliotheque Municipale 239).
También utiliza letras significativas, similar a la que se emplea en Saint Gall, pero en menor medida: Las primeras tablas de neumas son del siglo XI.