Médico, al igual que su padre, el Doctor Cipriano Ferrer Villalva (que se destaca en la Primera Guerra Carlista salvando a unos soldados de la Reina, escondidos en Mirambel, de la venganza de El Serrador).
Su actividad médica corresponde casi exclusivamente a la etapa intermedia, ya que su fortuna personal le permitió abandonar el ejercicio profesional durante la Restauración y dedicarse a sus aficiones arqueológicas e históricas, así como a los cargos de Decano y Rector.
Presidente del Consejo de Patronos del Sanatorio de Porta Coeli y su entusiasmo por esta humanitaria empresa lo demostró en todas las ocasiones prestando un valioso apoyo siempre que fue necesario para conseguir su realización tan detallada y completa como pudiera desear el fundador, su colega y amigo del alma, el Excmo.
Doctor Francisco Moliner Nicolás; como quedó patente el día del entierro, con una preciosa corona de flores artificiales, en la que se leía la dedicatoria siguiente: "El Dr. Moliner a su maestro y amigo".
Promotor y organizador del 400 aniversario de la fundación de la Universidad de Valencia (primer aniversario que se festejó en una universidad española), que no pudo disfrutar; por morir en el cargo, pocos meses antes la celebración.