La neuropatía sensorial hereditaria tipo I es un trastorno neurologico hereditario progresivo, el cual se caracteriza por pérdida de la sensación del tacto de las extremidades (especialmente sus partes distales manos y pies) causada por anormalidades neuronales (neuropatía periférica), parestesia, una sensación de detección reducida del calor y frío, y perturbaciónes autónomicas.
[1] Los síntomas de esta condición afectan generalmente el sistema nervioso periférico.
Las personas con esta enfermedad típicamente presentan los siguientes síntomas: pérdida de sensación del tacto especialmente en las partes distales de las extremidades superiores e inferiores (las manos y los pies), parestesia, pérdida de la detección del frío y del calor, deterioracion/degeneración muscular que posteriormente causa debilidad de la misma, perturbaciones autonomícas (tales como del sudoramiento) y úlceras cutáneas.
[2] Los síntomas menos comunes son la sordera (generalmente progresiva), tos crónica y reflujo gastroesofágico.
[3] Esta enfermedad fue descubierta por primera vez en 1922 por Hicks et al., cuando describieron a una familia inglesa en la cual 10 de sus miembros sufrían de úlceras cutáneas recurrentes, dolores punzantes y sordera, usualmente tenían un "corn" en el dedo gordo del pie, los síntomas de la enfermedad que fueron mencionados en la sección "Descripción" de este artículo también fueron encontrados en estos individuos.