En la Península Ibérica, "Nava" fue adoptado por numerosas familias judías sefardíes como apellido toponímico, derivado de la palabra que significa "tierra llana" o "pradera".
Durante la época previa a la expulsión de los judíos en 1492, el apellido era común entre las comunidades sefardíes, que lo llevaron consigo a distintos lugares tras su dispersión, incluyendo el norte de África, el Imperio Otomano, Italia y los Países Bajos.
Este topónimo en Brianza daba origen al apellido de las personas que en la época medieval habitaban en esta zona.
El escudo Nava está blasonado así:Un castillo (no constan esmaltes) Linaje de Villaviciosa.
Bordura general con ocho flores de lis (no constan esmaltes).