En lengua zapoteca se conoció el lugar con el nombre de Schoolubrri, seguramente por los jales que beneficiaban los metales, creemos que no hubo grandes haciendas de beneficio como se vieron en Nolasco, El Socorro, Cinco Señores y Yavesía.
Por la carencia de sitios apropiados, los jacales se instalan en las laderas, para lo cual se veían obligados a hacer retajes con reducidas calles, que eran constante amenaza para el transeúnte, el sitio que actualmente hace las veces del centro seguía ocupado por siembra de maíz.
El lugar carecía de autoridades propias, porque las tres familias nativas y los pocos que se acomodaban no las necesitaban.
Este funcionario desempeñaba sus actividades en plena calle o patio de su casa, el sello y el bastón eran sus prendas inseparables.
Con la separación de don Asunción Martínez llegaron las inquietudes sindicales, que plantearon la primera huelga; esto ocasionó un incendió en la empresa saliendo perjudicados tanto la misma como los trabajadores.
Durante su crecimiento, la población no obedecía plan alguno, rentaban unos cuantos metros de terreno instalándose en el mismo lugar en que los adquirían, conformándose con tener una estrecha vereda para llegar a ellos.
Carecían de toda comodidad, los jacales eran abigarrados, el agua que se les proporcionaba del Camino a Nolasco era mínima y para las demás necesidades aprovechaban siempre el agua sucia del río, la falta de baños era un verdadero problema, se ocupaban a los panteones circunvecinos y sus alrededores, los cuales estaban convertidos en campos fétidos por tanta deyección.
Con la vigencia de la nueva Constitución del Estado, Natividad como agencia municipal se incorpora a Xiacui.
La penúltima mejora la obtienen con la llegada de la corriente eléctrica desde Lacheni, se ilumina el poblado, planchas y radios modifican la vida hogareña.