Narikala (ნარიყალა, en georgiano) es una antigua fortaleza que se yergue sobre Tiflis, la capital de Georgia, y el río Kura.
En el recinto inferior se halla la recientemente restaurada iglesia de San Nicolás.
Fue notablemente expandida en el siglo VII por los Omeyas, y posteriormente por el rey David IV de Georgia (1089-1125).
En 1827, parte de la fortaleza fue destruida por un terremoto y parcialmente demolida.
Hoy en día es un lugar bastante popular en la capital georgiana, en especial por las vistas que se disfrutan desde ella.