Fue su madre, que era buena ejecutante, quien le enseñó a tocar la guitarra.
Como adolescente se convirtió en maestro del instrumento y dando muchos conciertos en Franche-Comté.
Y aunque la demanda de guitarristas estaba en declive, consiguió cierta estabilidad financiera que le permitió publicar su música a sus expensas, al no encontrar un editor que quisiera hacerlo.
La fractura de un brazo en un accidente en 1863 puso prematuro fin a su carrera como ejecutante.
Napoleón Coste tenía un interés especial por tocar en guitarras de siete cuerdas.