[2][3][4][5][1][6][7][8] En 2018 fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz junto a Denis Mukwege: «por sus esfuerzos para erradicar la violencia sexual como arma en guerras y conflictos armados».
La familia de Murad pertenecía a la minoría étnica religiosa yazidí y eran granjeros.
[10] Fue retenida como esclava en la ciudad de Mosul, golpeada, quemada con cigarrillos y violada cuando intentaba huir.
En febrero de 2015, dio su primer testimonio a reporteros del diario belga La Libre Belgique mientras permanecía en el campamento Rwanga, viviendo en un contenedor.
Durante la reunión "pidió ayuda para los yazidíes que siguen en situación de cautiverio por el ISIS, reconoció el apoyo del Vaticano a las minorías, discutió la posibilidad de una región autónoma para las minorías en Irak, destacó la situación actual y los desafíos a los que se enfrentan las minorías religiosas en Irak y Siria, particularmente las víctimas y las personas internamente desplazadas, así como los inmigrantes".