Un naóforo es una estatua egipcia de una persona que porta la figura de un templo.
Se compone de dos elementos: un hombre, generalmente arrodillado, que presenta en sus manos la imagen de un dios enmarcado en un santuario.
[1] Este tipo de estatua apareció por primera vez en el Imperio Nuevo, durante la dinastía XIX, pero ganó popularidad con el paso del tiempo y fue muy utilizada en época de los Ptolomeos.
[2] El término «naóforo» significa «portador del templo»[3] y proviene del griego antiguo ναός (naós, "templo") y φορός (forós, "que lleva").
[4] En general son estatuas de un sacerdote o un alto funcionario, de rodillas o en pie.