Estudió bioquímica y en la década de 1960 comenzó a trabajar en cine publicitario.
Realizó varios cortometrajes por lo que obtuvo premios.
Cuando pretendía hacer su primer largometraje en colaboración con Luis Puenzo una inundación que arrasó los decorados frustró el proyecto.
Su primer largometraje fue el filme extraño e intimista Mosaico o La vida de una modelo (1968).
Dos años después estrenaba otro filme, casi experimental, Paula contra la mitad más uno (1971), de gran repercusión en el público cinéfilo.