Actualmente se especula sobre su estatus: si bien no eran esclavos, tampoco eran completamente libres, situándose entre los awilum y los wardu.
Se trataba de personas subordinadas y dependientes, que podían poseer sus propios bienes, aunque dependían del templo o del palacio para su subsistencia.
Estaban obligados a participar en campañas militares, en caso de que las hubiera.
Su economía era precaria, aunque podían llegar a poseer esclavos.
"Historia del Cercano Oriente", Carlos G. Wagner, 1.ª edición: 1999.