Amplias superficies acristaladas permiten al espectador admirar el Ara Pacis con condiciones de iluminación uniforme.
El complejo estaba destinado a incluir un cruce de peatones con un paso subterráneo que uniera el museo con el río Tíber; actualmente el diseño del paso subterráneo parece haber sido abandonado por completo.
Sin embargo, la opinión no fue unánime en absoluto,[7] y por ejemplo, Achille Bonito Oliva elogió el diseño de Meier.
[8] En noviembre de 2013 un techo defectuoso permitió que el agua se filtrara en el edificio durante unas fuertes lluvias.
Sin embargo, el propio Alemanno señaló más tarde que la demolición no era una prioridad de su administración.