Aún se nota en él, sin embargo, la inspiración por modelos clásicos y por la Escuela de Barbizon.
[2] Representa un día de verano, con su despreocupado y luminoso ambiente.
Varias jóvenes, con vestidos de verano, se divierten en un jardín florido.
Monet tomó a su futura mujer como modelo para esta obra, sentada en el centro.
[1] Los reflejos luminosos y las sombras coloreadas envuelven a los personajes que se presentan en actitudes naturales.