Cuándo se fabrica una, los materiales crudos cerámicos son moldeados a más de 1.260 °C.
Las antiguas muñecas alemanas y francesas del siglo XIX se fabricaban como juguetes, pero las modernas son predominantemente producidas directamente para el mercado de coleccionistas.
Estas muñecas llevaban pelucas, habitualmente hechas de mohair o con cabello humano.
Estas muñecas provenían de compañías francesas como Jumeau, Bru, Gaultier, Rohmer, Simone y Huret, aunque sus cabezas eran a menudo fabricadas en Alemania.
La porcelana era el material más común para las cabezas de muñeca europeas hasta el inicio del siglo XX, cuándo el cartón piedra (o composite) obtuvo el favor.
Sobre la misma época, justo antes de la Segunda Guerra Mundial, se inició en los EE.
Otra rama del arte basado en la antigua muñeca de porcelana emergió también en EE.
UU. durante los años 1940: las "artist dolls" o "muñecas de artistas" que eran creaciones originales diseñadas y moldeadas sin copiar los modelos del siglo XIX y principios del XX.
Estas muñecas se fabrican expresamente para el mercado de coleccionistas adultos.
En los años 1980 las muñecas de porcelana tuvieron un resurgimiento con el crecimiento del mercado de coleccionistas y la producción en los últimos años del siglo XX empezó a trasladarse a China.
[5] Pero los precios varían ampliamente dependiendo de la calidad y condición en que se encuentre la muñeca.
Otras cualidades apreciadas incluyen bocas cerradas y expresiones que no son "bonitas", como un rostro lloroso.
Las muñecas sin marca cuyo fabricante no puede ser identificado en concreto también obtienen precios más bajos, pero hay muchas excepciones.