Jones (Richard Gere) es un hombre que padece un severo tipo de trastorno bipolar, una enfermedad psiquiátrica que provoca fases de euforia e hiperactividad física y mental patológicas (manías) alternadas con episodios depresivos severos.
No es disciplinado en tomar las medicinas y ocasiona más de un altercado en el interior.
Jones abandona la clínica sin haber sido tratado lo suficiente como para mostrar una mejoría significante, procede a robar una moto para escaparse y tratar de atentar de nuevo contra su vida.
Jones, a pesar de tener tendencias suicidas, no comete tal acto.
A la doctora Bowen le terminan ganando las emociones y deciden seguir juntos como un apoyo mutuo.