[2] La búsqueda de la eficiencia prometía una gestión eficaz y dinámica recompensada por el crecimiento.
El movimiento por la eficiencia desempeñó un papel central en la era progresista de Estados Unidos, donde floreció entre 1890 y 1932.
Todo iría mejor si los expertos identificaran los problemas y los solucionaran.
[5] En ingeniería, el concepto de eficiencia fue desarrollado en Gran Bretaña a mediados del siglo XVIII por John Smeaton.
[7] Así, a principios del siglo XX, la "eficiencia nacional" se convirtió en una poderosa reivindicación, un movimiento apoyado por figuras prominentes de todo el espectro político que despreciaban el humanitarismo sentimental e identificaban el despilfarro como un error que ya no podía tolerarse.