Mortadelo ha enfurecido al Súper por haber cocinado todas las gallinas en lugar de entregárselas para su estudio como era su cometido.
Debe escapar de su furia en una carrera por toda la ciudad, hasta llegar al embarcadero donde le espera Filemón con una lancha para huir.
En el camino, Mortadelo deberá hacer uso de sus disfraces para sortear los diferentes obstáculos y los objetos que le lanza el Súper.
El movimiento de Mortadelo es automático, en una carrera constante hacia adelante en la que sólo podrá saltar o agacharse según sus posibilidades.
Por último, el disfraz de fantasma le permitirá atravesar las paredes que se encuentre, impidiéndole saltar y agacharse.