En concreto, el historiador Arditi cuenta que un tal Moro, capitán de los sarracenos, al no querer mantener todas sus tropas juntas, decidió dividirlas en dos campamentos estratégicos: una parte se asentó donde posteriormente se construyó el pueblo de Morigino, y la otra dio vida a la actual Cannole.
La iglesia principal de Morigino, dedicada a San Juan Bautista, se construyó entre 1598 y 1604, como demuestra el epígrafe claramente visible en el arquitrabe en latín: A DEO ET COMUNI LARGITATE FACTUM EST HOC/ET MIRABLE NOSTRIS OMNIBUS OCULIS A.D.
La fachada principal presenta un portal decorado, dos nichos en la parte inferior y tres grandes ventanas.
El interior tiene una estructura de tres naves divididas por imponentes columnas finamente decoradas en la parte superior.
Destacan los altares barrocos, la pila bautismal del siglo XVII y el cuadro de San Juan Bautista, atribuido a Luca Giordano.