[3] Moremi Ajasoro decidió, según la leyenda, consultar a una deidad del río, Esimirin, sobre cómo resolver esta situación.
Esta deidad aceptó ayudarle, con la condición de que consintiera en un sacrificio una vez resuelto el conflicto.
Allí reveló estos secretos a la población de la ciudad, que con esta información pudieron derrotarlos.
[3] Tras la resolución del conflicto, Moremi Ajasoro regresó con su primer marido, el rey Oramiyan de Ife, que inmediatamente la reinstaló como reina.
La petición le resultó inconcebible y Moremi rogó al dios que aceptara una ofrenda menos terrible.