El Morab moderno, continuador de las cualidades originales obtenidas, combina potencia y elegancia.
Es un animal atractivo y adecuado en competiciones de exhibición, tan montado como enganchado.
Las extremidades son más gruesas que las del árabe, con espinillas cortas y uñas bien formados.
Algunos han sido utilizados como caballos de escuela y en hipoterapia.
No se aceptan caballos con patrones leopardo, overo, tobiano o salpicado.
En cada uno de esos galopes la velocidad y la acción pueden variar mucho en función del animal considerado.
Algunos caballos Morab, muy pocos, tienen algún galope amblador: "Singlefoot" o "stepping pace", principalmente.
Buenos trotadores que pudieran ser enganchados a los buggies para desplazamientos rápidos, con el añadido de la elegancia.
Y más de 100 caballos Morab actuales son descendientes suyos.
Los productos resultantes fueron considerados excelentes como caballos vaqueros para trabajar en terrenos difíciles.
William Randolph Hearst II así lo escribió en su obra Horses of San Simeon.
También mencionó algunas cifras: 110 caballos registrados en la AMHA, 18 de los cuales eran Morab.
Un tercer programa fue el de Martha Doyle Fuller en Clovis (California), iniciado en 1955.