Una de ellas permanecerá en la localidad en un lugar adecuado y la otra formará parte del monumento central de Neckarzimmern.
El artista Karl Vollmer proyectó este monumento de este modo, considerando que la escultura realizada con hormigón a nivel de suelo es la parte estática, el hecho ocurrido, mientras que las piedras realizadas por los jóvenes es la parte dinámica, es la memoria que permanece hoy sobre el hecho ocurrido.
En enero de 2012 se hallaban instaladas 98 piedras.
Un panel informativo explica los antecedentes ocurridos que dan sentido al proyecto y sus objetivos.
Es visitado con gran interés por grupos escolares, lo cual es el fin principal de la creación del monumento, recordar a las generaciones actuales y venideras la deportación sufrida por los judíos.