Constituye para los indígenas piaroas una montaña sagrada (conocida como el Árbol de la Vida).
Los primeros europeos que visitaron la región en torno al cerro Autana fueron Humboldt y Bonpland en 1800.
[2] El Cerro Autana, aunque compuesto por estratos casi horizontales de arenisca, contiene cuevas y otras formaciones kársticas que ocurren con poca frecuencia en rocas no calizas.
Autana fue escalado por primera vez en 1974 por Stephen Platt, David Nott, Wilmer Pérez y Carlos Reyes usando una ruta en la pared norte con un ascenso de 610 m (2.000 pies).
Aunque formado por estratos casi horizontales de arenisca, el Autana contiene cuevas y otras formaciones cársticas, que son poco frecuentes en rocas que no sean calizas.
La mitología Piaroa indica que "- el tope del árbol era tan alto como el infinito, y sus ramas estaban llenas de frutos que cayeron y dieron vida a la Amazonía".
Un día Wahari (una deidad) y su sobrino Ruayei, que se había transformado en una lapa (Agouti, Cuniculus paca), cortaron el árbol para obtener todos los frutos de una vez.
Las ramas que cayeron en el norte formaron los bosques del río Cuao, las ramas que cayeron al oeste hicieron las montañas del Sipapo, Waichij y Uripikai.
Por último, la payara cruzó a través de la montaña formando la Gran Cueva del Autana cuya apertura se conoce como la entrada de Payara, y finalmente cayó al río Umaj-aje.