Es una construcción originaria de 1488, fundada entonces por Doña Elvira Benavides y Manrique.
[1] Las religiosas dominicanas que habitaban el edificio se trasladaron en 2009 al convento del Corpus Christi en el Prado de la Magdalena.
El deterioro del edificio era insalvable y se corría riesgo.
[2] En 2022 se presentó el proyecto para transformar el complejo religioso en un Centro de Cultura del Vino.
En el refectorio podemos admirar las bellas bóvedas renacentistas y el zócalo de azulejería.