Por medio de esta técnica se inyectaba metal fundido y de este metal una parte se solidificaba en el molde que giraba, el resto permanecía fundido y al separarse el fundido una capa de metal solidificado se separaba del molde.
Esta técnica se usaba para fabricar los famosos soldaditos de plomo.
Este procedimiento se aplicó principalmente para polímeros como los plastisoles, los cuales tomaban forma en el molde al rotar, por acciones de la fuerza centrífuga.
El plastisol solidificaba sobre las paredes del molde cuya temperatura era mayor.
El proceso se compone de las siguientes etapas: El moldeo rotacional consiste en un molde que es hecho girar en dos planos simultáneamente, este molde contiene en su interior el plastisol o el termoplástico fundido.
Los termoplásticos más utilizados son los de PE, pero también se utilizan en muy baja medida PP, ABS, PA y PC, cuyos grados son especiales para tolerar lo agresivo de este proceso que tiende a degradar los polímeros.
- Las piezas obtenidas por rotomoldeo son huecas y cerradas (se pueden hacer operaciones de mecanizado posteriores).
- Las piezas son comúnmente de espesor uniforme; sin embargo, es posible crear distintos espesores en ciertas zonas aumentado la temperatura del molde, de esa manera tardará más en enfriar el material por lo que se depositará mayor cantidad.
- Los espesores pueden variar desde pocos milímetros (mínimo 1,3 mm) hasta 10 cm.
- Se pueden obtener productos con doble capa, materiales espumados, moldeos sin juntas, etc.
Esto se debe a que el coste del molde disminuye notablemente en comparación con el método de soplado o inyección.