El relieve del municipio está definido por el valle del río de los Ausines y del río Viejo, además de un terreno con numerosos cerros y páramos en el que sobresalen el monte Altotero (1015 m) y el alto de Ribamarina (923 m).
El pueblo se alza a 893 m sobre el nivel del mar.
El clima está marcado por la continentalidad, consecuencia de la elevada altitud.
En cuanto a su apellido Emparedada, dice la leyenda que está tomado de una rica señora que fue acogida tras declararse la peste y curada entre paredes de la Iglesia, aunque en este tema discrepa también el historiador atribuyendo este apellido a una deformación de Emperador referido al Rey Alfonso VI.
Administrativamente y como barrio, forma parte del Pueblo Cojóbar.
En la actualidad la antigua línea férrea ha sido reconvertida en una vía verde.
Esta torre es de forma cuadrada y tosca rematada en bolas con seis huecos, algunos cegados.
La iglesia de San Cristóbal de Cojóbar data su construcción en las primeras décadas del siglo XIII y pertenece al denominado Románico rural burgalés.
Destaca en su ábside una ventana, hoy cegada, con doble arquivolta y que descansa en dos columnas con capiteles corintios.
La copa o taza tiene el interior avenerado gallonado, mientras la superficie exterior se observan 22 arcos de medio punto sobre esbeltas columnillas con su correspondiente basa y capitel.