Al principio todo era un gran vacío sin vida, pero un día dos dioses, Tepeu y Kukulkán, decidieron que era el momento de crear el mundo.
Estos primeros pasos llenaron el mundo de olores nuevos y gran colorido.
Que seres tan ingratos e inútiles, ¡no eran capaces de venerar a sus creadores!
Este fracaso no los detuvo, decidieron crear el primer proyecto de ser humano.
La mayoría murieron, y los que se salvaron fueron transformados en seres más primitivos, los monos.