Posteriormente, Fray Joan Crespí Fiol nombraría el lugar como la "llanura de los osos", apelativo por el cual los soldados la conocían.
[1] Para 1772, el Padre Presidente Junípero Serra había fundado cuatro misiones en la Alta California, pero la escasez de comida acechaba a los asentamientos.
Con la secularización del estado mexicano, San Luis fue expropiada en 1835[2] y vendida diez años después al capitán John Wilson por $510.
Cuando el territorio pasó a la jurisdicción de los Estados Unidos, San Luis fue incorporada como pueblo en 1856.
En ese tiempo, el obispo Joseph Alemany pidió al gobierno la devolución de algunas tierras a la Iglesia Católica y las propiedades fueron devueltas en 1859.