Miryam Amaya

Nació en una cuadra en Logroño porque su madre estaba cuidando las yeguas cuando se puso de parto.

[1]​ Su familia aceptó desde el principio su disidencia de sexo, por lo que se sintió muy apoyada.

[2]​ Creció en Barcelona, ciudad en la que le resultó fácil conseguir hormonas sin receta médica cuando comenzó el tratamiento siendo una estudiante de trece años.

[2]​ Estuvo detenida en varias ocasiones en comisarías donde fue objeto de maltratos y humillaciones.

Durante un tiempo, consumió sustancias estupefacientes hasta que las abandonó con la ayuda de su familia.