Mirko Jozić

[2]​ Aquella fue la mejor generación del fútbol yugoslavo, pero la guerra, a principios de los 90, interrumpió su trayectoria conjunta y los diseminó.

«Íbamos sin ninguna presión, con equipos muy potentes como Brasil, las dos Alemanias, Chile por ser el organizador, etcétera...» Además destacan Miroslav Đukić, Predrag Mijatović, Dejan Savićević, Siniša Mihajlović o Vladimir Jugović completaban una escuadra que terminó como el mejor ataque -17 goles en seis partidos, una media de 2,83-, con Šuker vestido de máximo goleador y Prosinečki coronado como mejor futbolista del torneo.

Incansable, vivía entre Pedrero y unas canchas de tierra en Lo Prado, donde miraba niños con futuro para Colo-Colo.

Muchas teorías se forjaron en torno a su decisión, pero al final primó su versión: "Cumplí con mi labor.

Su nueva tarea es tomar las riendas del primer equipo, tras la salida de Arturo Salah.

Me agradó el desafío y aquí estoy, respondió en su complicado español sin preposiciones.

La defensa ya no marca en zona, sino con un líbero y dos stoppers; a veces tres.

Pero el mayor cambio, cuyo efecto es inmediatamente aplaudido por los hinchas albos, es la agresividad: el Cacique sale a provocar el error del rival, en lugar de esperar que se produzca.

Dos amargas experiencias en el extranjero (1:6 ante el Real Madrid en un partido jugado en España por invitación del equipo madridista para celebrar la Copa Libertadores obtenida por Colo Colo ese año 1991 y el 0:3 con Estrella Roja) por la Copa Intercontinental convencerán a Jozić de que Colo-Colo requiere otro volante defensivo, que sepa cortar el juego al momento de perder el balón.

A la hora del aqueo anual, Jozić señaló: "La intención fue estructurar un equipo polivalente, que cada hombre cumpliese al cien por ciento sus funciones respectivas, pero que, a su vez, aumentaran su capacidad ofensiva.

En la primera ronda, los albos se enfrentaron en el Grupo 2 que estaban integrados por equipos de Chile y Ecuador.

Colo-Colo logra una hazaña muy infrecuente en Sudamérica: Retener el título local y alcanzar al mismo tiempo el cetro Continental.

Con este título, Colo-Colo alcanza el tricampeonato, hazaña sólo lograda antes, en los inicios del fútbol profesional por Magallanes (1933-1935).

En 1992, nuevamente el cuadro popular se enfrentaba a Cruzeiro por la final de la Recopa Sudamericana en partido único jugado en Kobe, Japón, el partido terminó en un 0-0, que el cuadro chileno vencería 5-4 en la tanda de penales.

Su último trofeo internacional fue por la Copa Interamericana, contra el Puebla Fútbol Club México que era el campeón de la Concacaf, los albos se impusieron por 4-1 como foráneo y como locales aseguraron la copa con una victoria de 3-1.

En el torneo nacional, sueño del tetracampeonato se desvanece ante el Cobreloa de José Sulantay quien estuvo 26 fechas invictos, obteniendo el subcampeonato.

En cierto modo esto favorecía a Chile pues los torneos largos permiten enmendar errores que no se pueden corregir si uno se juega la vida en cuatro partidos, pero no tuvo mucha comprensión del medio y terminó renunciando.

En ese mismo partido se produce el debut en la selección chilena de Marcelo Salas, quien marcó un gol al portero Luis Islas.

Realiza partidos con las selecciones de Francia y Arabia Saudita en su respectivos países, pero pierde como local ante Bolivia y en noviembre nuevamente se enfrenta en Santiago a la selección argentina que llega con un nuevo entrenador Daniel Passarella quien reemplazaba a Alfio Basile luego de la decepcionante campaña en Estados Unidos 1994 perdiendo 0:3.