La mirilla (también conocida coloquialmente como ojo mágico)[1] es aquel instrumento que se introduce en las puertas de acceso a las viviendas que permite poder ver a través de ellas.
El ángulo de visión suele alcanzar los 132° aunque existen mirillas más amplias.
Se coloca en el centro de la puerta a una altura media de los ojos de un adulto, o algo inferior (en torno al metro y medio de altura), y se comercializa junto con la propia puerta.
Está diseñada para proporcionar una visión desde el interior hacia el exterior de la vivienda y no al revés.
Las últimas tecnologías se han incorporado en el diseño de mirillas para mejorar su seguridad.