Rápidamente Mirageman se vuelve una presencia constante en el centro de Santiago, dividiendo su tiempo entre su trabajo, visitar a su hermano y patrullar las calles.
Carol consigue una entrevista con Mirageman, quien no revela su identidad, pero confiesa en vivo que ella lo motivó al darle las gracias por salvarla.
Esto impulsa la carrera de la ambiciosa periodista, quién no tiene reparos en utilizar los incidentes sobre Mirageman para hacer despegar su fama y abiertamente reconoce que está dispuesta a cualquier cosa para obtener audiencia.
Una vez en el lugar, Mirageman se enfrenta a los criminales, pero es abrumadoramente superado por la situación, recibiendo una salvaje golpiza.
Tras este fracaso Gutiérrez entra en una depresión y abandona su faceta de vigilante, lo que hace que la prensa se cuestiona si Mirageman se ha acobardado, Tito sufra un retroceso en su estado y la carrera de Carol sufre un revés al no poder seguir explotando a Mirageman.
Gutiérrez llega al lugar acordado acompañado por Pseudo-Robin, quién queda inconsciente al primer golpe, sin embargo, Mirageman enfrenta y acaba con cada malhechor del grupo, todos ellos expertos en artes marciales, hasta rescatar a Carol y llevarla de vuelta a su hogar, donde la periodista lo convence de revelarle su identidad, tras lo cual hacen el amor.
Carol, supuestamente arrepentida, se disculpa en vivo por la forma en que trató al héroe, pero es despedida del canal y su carrera como periodista acaba.