Es la única mujer en la historia de Nueva Zelanda en ser condenada a esa pena.
En ese tiempo era muy común que mujeres criaran niños ajenos en casas que servían como guarderías: no se disponía de métodos anticonceptivos y muchas mujeres jóvenes terminaban teniendo hijos antes del matrimonio, y para no quedar mal ante su familias y las demás personas, terminaban entregándolos a personas como Minnie para que los criasen por un tiempo o se los vendían por sumas de dinero semanales o globales.
Se cree que Dean fue responsable por la adopción de al menos nueve niños.
[2] La mortalidad infantil era un problema grave en esa época, y varios niños al cuidado de Minnie murieron por diversas enfermedades misteriosas.
Ella es la única mujer que ha sido ejecutada en Nueva Zelanda, y como la pena de muerte fue abolida en Nueva Zelanda, es probable que conserve esta distinción.