El nombre hace honor al naturalista alemán Fritz Müller, quien fue el que propuso el concepto en 1878.
[2][3] Este tipo de mimetismo se encuentra en contraposición con el mimetismo batesiano, en el que un organismo indefenso imita a la especie protegida; en este caso la especie indefensa es denominada la copiadora y la peligrosa que es imitada se denomina el modelo.
El mimetismo mülleriano se diferencia en que ambas especies son peligrosas; cada una de ellas copia a la otra especie, a la vez que sirve de modelo.
[4] Sin embargo, si la abundancia es similar, sería mejor denominarlas co-copiadoras o copia-modelo.
El depredador que lleva a cabo la convergencia indirecta entre las dos partes se denomina el receptor de señales o engañado, aunque este último término no es demasiado relevante en este caso, ya que los depredadores no son engañados respecto a las características peligrosas de su presa; ambas presas poseen una señal de advertencia honesta.