El mimeógrafo o polígrafo, llamado también a veces ciclostil, es un instrumento utilizado para hacer copias de papel escrito en grandes cantidades (se solía utilizar en colegios).Fue utilizado por primera vez en 1887 por Albert Blake Dick (Edison le vendió este aparato al Sr. Dick), a quien Edison licenció la producción de la nueva invención.El mimeógrafo se utilizó como medio barato para producir muchas copias de un texto, sobre todo en escuelas.Este antiguo método de edición manual consistía en escribir sobre una hoja especial llamada esténcil que era una hoja doble, unidas con pegamento; una casi común y la otra muy fina; sobre esta se escribía con la máquina de escribir anulando previamente la cinta entintada, es decir, si escribía perforando la hoja con los tipos de cada letra, y justamente en esos agujeritos el mimeógrafo introducía una pequeñísima cantidad de tinta para que el papel blanco que se superponía en el aparato, recibiera la impresión de esos tipos.[3] Estas impresiones eran aceptables aunque podían salir defectuosas si se excedía este número máximo de copias por esténcil.