Los dardos de sus sátiras van dirigidos contra la ignorancia, el egoísmo burgués, la crueldad, el oportunismo y otros vicios humanos.
Su padre, ucraniano era un artista y un mosaicista responsable de la decoración exterior del Museo Suvórov en San Petersburgo.
Desmovilizado por las secuelas cardíacas de la exposición a los gases venenosos, trabajó en varios oficios.
Declarado no apto para el servicio militar y desmovilizado debido a una crisis cardíaca, encuentra trabajo como telefonista en las aduanas.
En 1922 publica Las historias de Nazar Illich, estimado señor Ventreblau, que conseguirán un gran éxito.
[5] En 1937, todas las copias fueron retiradas de la venta y los principales protagonistas exterminados durante la Gran Purga, entre ellos Semion Ferien, el administrador del Gulag local.
Continúa incluso en estas condiciones su trabajo literario, escribiendo folletines patrióticos para los periódicos del frente y para la radio.
Allí escribe tres guiones para los estudios Mosfilm: Hojas muertas, La felicidad de un soldado y Dejad que el infortunado llore - pero ninguno fue adaptado en el cine.