Por sus méritos el rey Fernando I le donó las aldeas de Bakonynána, Dúdar, Káloz, Láng, Aba y Felegres.
Siendo la mano derecho del castellan György Thury, en 1566 él desempeñó un papel importante en la defensa del castillo de Várpalota con 450-500 guerreros húngaros contra los 7000-8000 soldados turcos de Arslan, Pasha de Buda.
A pesar de haber estado reconocido como héroe, Cseszneky no recibió bastante dinero de la Hacienda Real para el mantenimiento del castillo de Várpalota, así se vio obligado a conseguir fondos haciendo saqueos contra los Otomanos, y a veces rescate a la gente local.
En 1588 los aldeanos de la región se quejaron a Ferenc Nádasdy, el “bey negro” sobre Cseszneky.
Sin embargo, su comportamiento no era excepcional en aquellos tiempos, y no había otros medios de manejar la defensa del castillo y la de los campesinos contra los ataques turcos.