Miguel Rojas Jiménez, académico, escritor, historiador, artista, promotor cultural y humanista costarricense, nació en 11 de diciembre de 1952.
Creció entre la casa de su abuela materna en el Cacao, Alajuela, y la casa de sus padres en Calle Blancos, Goicoechea.
Fue criado en la religión católica, con el Papa a la cabeza de la iglesia.
Se recuperó, pero le quedó una profunda huella de lejanía, donde lo espiritual debía considerarse más importante que lo estrictamente material.
Creció con un carácter tímido, muy observador y analítico, callado, muy sensible con las cosas de la naturaleza, pero luchador.
Nunca dio señales de una vocación definida.
En su reafirmación republicana, constitucional y democrática se produce la primera guerra civil en 1823, convirtiéndose la historia a partir de Rojas en fuente permanente para la creación dramática.
Desde sus mitos, leyendas y relatos orales toma la esencia de lo que debieran ser las relaciones entre hombres y mujeres en igualdad real de derechos y obligaciones, con lo que su obra "El anillo del pavo real" (1988), se vuelve icónica.
En su obra "Carnaval de manso rebaño salvaje" (2006), critica duramente a toda la sociedad costarricense por la superficialidad de valores que practica y la corrupción de todas sus capas sociales, siendo los políticos los que dan el peor ejemplo.
Como creador, testigo y actor social de su tiempo incursiona en el género de drama-teatro de ciencia ficción, al estrenar "Destino las estrellas" (2008), con el Teatro Girasol (EEG-UCR), donde nos da una visión de humanidad, que a pesar de vivir en el espacio exterior, vuelve a reencontrarse con sus raíces humanas más sentidas en el hogar que dejó en el planeta Tierra.
Rojas también ha escrito teatro infantil, con su eptalogía "Fantasía tropical" (ECR-1995), y su trilogía "La lámpara encendida" (ECR-2009).
Su formación profesional y los temas que indaga, unido a las herramientas científicas y artísticas que utiliza, le han permitido adentrarse en la historia que subyace frente a la historia oficial.
No cree en los historiadores que se hacen llamar profesionales, aunque tengan títulos académicos que los respalden, pues su consideración se refiere al investigador en el campo de la historia desde muchos ángulos de formación, con lo cual adquiere y somete al rigor del análisis con visión más completa y objetiva a la hora de adentrarse en un tema particular.
Desde 1979 desarrolla una destacada labor en el campo de la docencia, la investigación y la acción social, cuya guía inconfundible es el esencial “Lucem Aspicio” de dicha institución, que inspira y promueve la búsqueda incesante de la verdad, aunque es más bien conocido por impartir una materia la cual solo él cree que es importante.
Considera que la educación moderna y la cultura contemporánea tienen que servir para trascender hacia mejores personas, profesionales y ciudadanos comprometidos con valores de servicio a los demás, con absoluta libertad de expresión.
Un profesional de la educación y las actividades culturales que genera, tiene que salir a buscar a los otros, acercarse a las otras realidades humanas y sentir su latido social, su participación política, sus más profundos sentimientos, dolores y alegrías.
Sus escritos de opinión son mayormente periodísticos, donde reflexiona acerca de la función social de la cultura, el arte en general y las artes escénicas en particular, revisando el pasado, el presente y una proyección de lo que podrían ser en el futuro.
También mantiene una línea temática de amplio espectro crítico respecto a los políticos, la corrupción y el flagelo terrorista del narcotráfico.
En sus variados escritos se refleja el compromiso sociopolítico y la ética de su obra por construir un mundo mejor para todas las personas.
Ha señalado que quien utiliza cualquiera de las múltiples escrituras, como la palabra, imagen, metáfora, virtualidad, adquiere una responsabilidad consigo mismo y con los demás, pues forma parte de la sociedad de su tiempo y colabora en diseñar una época.
Señala que todo lo humano se da en el arte a partir de la metáfora y la introspección que permite reflexionar sobre la condición humana y su tránsito por la vida, la huella que deja o el sentido que se le da a la existencia.
Se retiró del escenario por razones de salud en el año 2008, aunque luego cumplió compromisos adquiridos de antemano.
Considera que el mundo actual es enajenante, excesivamente materialista, desinteresado en preservar las manifestaciones regionales internas del país, por lo que se requiere de una divulgación sociocultural directa cada vez que se pueda mostrar y enseñar la riqueza cultural de pensamiento espiritual que proporcionan los grupos aborígenes costarricenses y toda la identidad que genera el pasado, el presente y el futuro, tanto de su país como del mundo para establecer puentes de comunicación entre personas y culturas.
Mira el pasado y el presente al considerar la vida y supervivencia de los seres humanos como una sola raza.
Plantea la posibilidad de un futuro, tanto nacional como planetario y extra planetario, siempre resguardando las ideas progresistas y modernas, todo en el contexto de un mundo que como todo universo, es cambiante.
Fue cofundador en 1983, con su esposa Mary Peck de Rojas, de la Pequeña Academia de Canto, cuya labor por más de una década sentó cátedra en la enseñanza del canto, la interpretación y el arte coral, para aficionados y profesionales del canto clásico y popular, donde realizó labores de producción, dirección artística y promoción.
Prepared for delivery at the 2004 meeting of the Latin American Studies Association, Las Vegas, Nevada, October 7-9.
Exigen corregir celebración del día de la Independencia.
Miguel Rojas: Actor Emérito, por su trabajo realizado en nuestra institución.
Garavito, Sol de la libertad: Acción dramática y propuesta para una plástica escénica.