El fusilamiento se produjo al anochecer de un día lluvioso y los integrantes del piquete estaban borrachos, por lo que no le acertaron los disparos.
Allí prestó servicio como chófer del coronel, y comenzó a colaborar en Radio Zamora y en el periódico Imperio, dentro de la Prensa del Movimiento.
Realizó varias giras por toda Latinoamérica; en Venezuela, participó en el programa de humor Radio Rochela en Radio Caracas Televisión, invitado por Tito Martínez del Box, y en 1977, actuó en España, país al que regresó definitivamente en 1985.
[13] El modo más frecuente de expresar su humor era mediante diálogos figurados —en realidad, monólogos— al teléfono, cuyo costumbrismo ingenuo tocaba a veces con el surrealismo.
Cabe destacar que no utilizaba palabras malsonantes o polémicas.
Además de sus apariciones en televisión se llegaron a editar hasta 37 discos en distintos formatos (sencillos, LP, EP, CD, DVD), con diversas compañías discográficas, y un vídeo con sus monólogos.
Pues ahora no se puede poner, porque está en la guerra, pero ha dejado dicho que vendría a cenar».
Miguel Gila recibió en 1986 la Medalla al Mérito Artístico del Ayuntamiento de Madrid.