Fue uno de los guardametas legendarios del Real Madrid, cuya portería defendió durante casi dos décadas.
Por ello, apenas jugó en sus seis primeros años como madridista, llegando a ser cedido una temporada al CD Castellón.
A partir de la temporada 1974/75 se convirtió en titular indiscutible, defendiendo la portería del club madridista durante una década.
Además, ganó el Trofeo Zamora al portero menos goleado de la Liga en 1976.
Se quedó a la puertas en 1981, perdiendo la final contra el Liverpool FC.