Todas están además numeradas y firmadas en la parte superior.
Se pusieron a la venta al mismo valor que entonces tenían treinta gramos de oro, y hoy en día su precio alcanza cifras de cuatro y cinco dígitos en euros, en las pocas ocasiones en que alguna de ellas sale a la venta o a subasta, alcanzando la cifra más alta en una subasta de Milán, con 275 000 euros.
[4] Pasados más de treinta años de la muerte del autor, su amigo Agostino Bonalumi reveló que las latas contienen solo yeso, en un artículo publicado por el diario italiano Il Corriere della Sera.
[5][6] Sin embargo, parece que ninguna ha sido abierta, pues al hacerlo su valor disminuiría gravemente, por lo que se sigue especulando sobre su contenido.
Además, al ser de acero, no se pueden hacer radiografías ni escaneos.