Amelia Mirel fue la principal protagonista del film considerado casi «pecaminoso».
El film se estrenó en los teatros porteños con una publicidad que tronaba: «¡Un jirón de la vida voluptuosa del eterno femenino!».
La película estuvo inspirada en el tango homónimo de 1922 compuesta por Carlos Camba[2] y popularizada por Carlos Gardel, que decía de la siguiente manera:[3] dulce consuelo y honra de tu hogar, ten cuidado, paloma codiciada, que muchos gavilanes te acechan sin cesar.
Jamás te apene tu condición humilde porque en tus ojos, que siempre yo admiré, se asoma un alma que tiene algo de templo sin sacrilegio, como en el cabaré.
Midinette que trabajas todo el año, tu madre reza porque seas feliz, y a Dios ruega te ampare del peligro que sigue a las hermosas, ¡peligro de un desliz!