[4] Los marwánidas en particular, se emplearon en tratar de «extirpar la herejía» chiita,[5] utilizando muchas veces la fuerza.
Los minaretes fueron cubiertos con oro unos pocos años más tarde, bajo Áhmad ibn Uways (1384).
Un nuevo sarcófago fue hecho a petición del shah safávida Ismaíl I en 1514.
El edificio fue nuevamente dañado en 1991 durante un levantamiento de la población chiita contra el régimen del presidente Saddam Hussein.
Se necesitaron tres años de trabajos para restaurar el santuario a su estado.