La creación de esta red representa la reintroducción del tranvía en la ciudad como medio de transporte, aunque esta vez con carriles íntegramente dedicados a él y mejor material.Se ideó entonces una red con 69 estaciones y 52 kilómetros de longitud, compuesta por vehículos tipo tranvía pero por una plataforma segregada, como túneles o viaductos.Cuando se lanzó el proyecto, se anunció que entraría en servicio en 1972 y que costaría 20 000 millones de francos belgas, en la cadencia de entonces.Esto provocó que algunas "antenas" previstas inicialmente nunca llegasen a ver la luz.Por ello, hoy en día se puede encontrar por la ciudad secciones sin servicio y otras a medio acabar.Un ejemplo es la "antena" de Châtelet, que está terminada desde 1985 pero nunca han rodado tranvías por ella.Ese mismo año, además, se renombraron las entonces cuatro líneas, que eran conocidas de la siguiente manera:[5] El metro está abierto entre las 4:00 y las 20:00.Resulta que la mitad de este tramo, entre Waterloo y Centenaire, ya está construido y las estaciones están equipadas, aunque nunca estuvo en servicio.