[1][2] En torno a 1840, mineros que trabajaban en los alrededores del río Orava en la región del Alto Tatra (Imperio austrohúngaro) encontraron numerosas masas erosionadas en la zona.
Dicha localización se mantuvo en secreto durante cierto tiempo, por lo que cuando Haidinger (1844) pudo informar del hallazgo por primera vez, parece que unos 1600 kg ya habían sido fundidos en las forjas.
Así, el contenido de níquel varía desde 6,7% en las variedades sin cohenita hasta 7,2% en las que son ricas en este mineral.
Por el contrario, cabe esperar que los contenidos de cobalto, galio e iridio sean más homogéneos.
[3] Este meteorito está catalogado como octaedrita gruesa, de mucho impacto, estrechamente relacionado con los meteoritos de Canyon Diablo, Smithville, Campo del Cielo, Sarepta y Seeläsgen.