Inhibe la síntesis de la pared celular bacteriana como otros antibióticos betalactámicos.
Al contrario que imipenem, es estable ante la enzima renal dehidropeptidasa-1 humana (DHP-1) y por ello no precisa la coadministración de cilastatina.
[3] Es muy resistente contra betalactamasas de espectro expandido y más susceptible a metalobetalactamasas.
Meropenem no puede utilizarse en infecciones por Staphylococcus aureus resistente a la meticilina.
Se suministra como polvo cristalino blanco que debe ser disuelto en una solución al 5% de fosfato monopotásico.