El Mercury-Redstone 1A (MR-1A) fue la segunda misión espacial del proyecto Mercury de Estados Unidos.
El objetivo de este vuelo suborbital no tripulado fue realizar los test necesarios para poder considerar a esta nave apta para los vuelos espaciales y estudiar la validez de los sistemas para la misión siguiente, un vuelo suborbital tripulado por un simio.
La nave testeó su instrumentación, sistema de cohetes y sistemas de recuperación.
La nave Mercury alcanzó su apogeo a los 210 km y alcanzó una distancia de 397 km.
La nave Mercury fue recuperada en el Océano Atlántico mediante helicópteros 15 minutos después del amerizaje.